miércoles, 13 de enero de 2010

Ángela


No sabría decir el día exacto en el que la conocí, siempre he estado rodeada de personas increíbles y no me he dado cuenta, probablamente siga estando rodeada de muchas de ellas y no me este dando cuenta, solo se que comencé llamándole " La guapa" y que le regale una pulsera el día que se iba de viaje a Canadá, ella me trajo un llavero con mi nombre. Que ese mismo día le prometí que como mínimo le enviaría un mensaje a la semana y puede que no lo cumpliese, pero lo intente, que teníamos conversaciones de lo mas profundo en los "uveces" cada vez que el alcohol le ganaba la batalla a nuestras neuronas, que venia a mi casa a hablar de todo y nada a la vez porque sabe que me encanta dar mil vueltas a las cosas, que estube en su casa el día que ordenaba el armario, y que me ayudaba con mis dudas existenciales, que nos reíamos de que alguien nos regalase un cargador de emergencia fallido, y que venía a mi casa a ver películas y por supuesto que ella no se quedaba dormida, aunque luego preguntase: ¿ De que iba la película? y yo no pudiese hacer otra cosa que reírme, que siempre me sacaba una sonrisa con cosas del tipo: " Voy a adelgazar nueve kilos en cinco años", y que me invitaba a tardes interminables de cafés y pintauñas para que yo le obligase a estudiar, que me obligo a enfadarme con ella y a ser cruel cada vez que no pudiese superar una de sus "adicciones", que me prometía que a las once vendría a mi casa pata tomar unos Nesteas y hasta las doce y media no llegaba, que íbamos por la calle y metía los pies en un charco y a los cinco minutos los volvía a meter en otro diferente, porque es GRANDE y porque es una MIERDA, porque la llamé Flasco y ahora nos reímos de esas cosas, porque juntas tenemos "invitadores" en todos los bares. Por todos esos momentos que consiguen dejarme sin aire...

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