
Fue el único que le hablo claro siempre, el único que no se escondía detrás de el humo de su cigarrillo, el unico que le miraba a los ojos y no le hablaba de amor ni de sentimientos, tenían una amistad un tanto peculiar, grabo en su corazón miles de te quieros a golpes de cincel, pero nunca le prometió un futuro juntos, siempre que le hablo de amor fue un amor de amigos y no de amantes, siempre que deseaban el uno el cuerpo del otro consumía ese deseo, pero no se prometían nada, se contaban sus líos con otras personas y sentían felicidad el uno por el otro, sabían que nada iba a ser eterno pero sabían disfrutar del momento, se arrancaban los males con tenazas para poder ser un poco mas felices, seguían rebañando del plato de sus vidas, se comían el sol entre su pelo, su amor era como una tragaperras en la que siempre el premio era una sonrisa gamberra, hasta que ocurrió lo inevitable ella conoció a alguien que la quería de verdad, alguien que prometía planes de futuro, se lo contó al chico que nunca le había mentido, el que nunca se había escondido detrás de el humo de su cigarrillo y este no pudo hacer otra cosa que alegrase por ella, siempre la tuvo en su recuerdo, aunque el conociese también a una persona que le prometió futuro, pero seguían encontrandose de vez en cuando simplemente para tomar un café, o arrancarse las penas con unas tenazas.
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